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¡Deberías haber dicho lo que pensabas!

El 6 de marzo de 1927, Bertrand Russell pronunció una conferencia, que luego se publicó como el ensayo Por qué no soy cristiano. Dijo:

La religión se basa, principalmente, a mi entender, en el miedo. Es en parte el miedo a lo desconocido, y en parte, como dije, el deseo de sentir que se tiene un hermano mayor que va a defenderlo a uno en todos sus problemas y disputas. […] Creo que todas las grandes religiones del mundo —el budismo, el hinduismo, el cristianismo, el islam y el comunismo—son a la vez mentirosas y dañinas…

Este título lo repite Evan Thompson en su libro Por qué no soy budista, en el que realiza una crítica a la opinión de que el budismo se distingue de otras religiones, porque está respaldado por la ciencia. Un título valiente para un ensayo que cuestiona argumentos de referentes como Alan Wallace, Robert Wright e incluso el Dalai Lama sobre una religión especialmente favorecida en nuestra era moderna. Russell, pertenecía a una de las familias aristócratas más prominentes del Reino Unido, era hijo del vizconde de Amberley y ahijado del filósofo John Stuart Mill. Pero ¿Quién es Evan Thompson?

Evan Thompson es profesor de filosofía en la Universidad de British Columbia en Vancouver. Investiga sobre la naturaleza de la mente, el yo y la experiencia humana. Su trabajo combina ciencia cognitiva, filosofía, fenomenología y filosofía transcultural, especialmente en tradiciones asiáticas.

Thompson, tuvo una infancia y formación bastante inusuales. Su padre fue un reconocido profesor universitario, filósofo social y crítico cultural que a finales de los 60, sintió que el aprendizaje y enseñanza que daban las universidades era insuficiente para los desafíos y necesidades que enfrentaba la sociedad. Dejó su trabajo en la universidad como profesor titular y se lanzó a la aventura de crear una comunidad alternativa llamada Asociación Lindisfarne, con el propósito de reunir a científicos, filósofos, artistas, ecologistas, maestros espirituales y otros pensadores, para abordar de forma interdisciplinaria las necesidades de transformación humana. Evan creció en este entorno, expuesto a todo tipo de pensadores, científicos y maestros espirituales, fue educado en casa y aprendió a meditar a los seis años.

En el Podcast Mind & Life: Expanding Our View of the Mind, Thompson, cuenta que desde niño tuvo un temperamento e interés natural por los temas filosóficos, los que a su vez eran estimulados en su hogar ya que todas las discusiones giraban en torno a cuestiones científicas y filosóficas sobre la naturaleza de la mente y la naturaleza de la transformación humana. En sus palabras:

Todo el mundo hablaba de cosas como la meditación, la mente y la naturaleza de la vida, todo era una especie de remolino, una constelación de cosas que me fascinaban. En parte también fueron los tiempos, fue una época ecléctica experimental con un ritmo de vida muy diferente al que tenemos ahora, sin internet ni celular, había más tiempo para explorar ideas.

En 1977, su padre y Gregory Bateson organizaron una conferencia a la que asistió, el neurocientífico chileno Francisco Varela, que además era practicante del budismo tibetano y uno de los pioneros en lo referente a la discusión entre la filosofía y práctica budista y la ciencia cognitiva occidental. Varela vivió en casa de Thompson por un tiempo como becario residente. En sus palabras:

Era como una combinación de un hermano mayor y un tío, era como un amigo de la familia muy cercano.

En una entrevista realizada por Sam Littlefair, Thompson compartió una anécdota personal. Cuando tenía 15 añosestaba estudiando a Platón. Su padre había organizado un congreso en Nueva York con muchos profesores visitantes y coincidió que un filósofo dio una conferencia sobre Platón. En sus palabras:

El disertante me preguntó qué pensaba de su conferencia y le di una respuesta educada y sin comprometerme. Pero antes le había dicho a Francisco que pensaba que esa persona realmente malinterpretaba a Platón. No dije eso en mi respuesta. Dije: “Oh, bueno, fue una conferencia interesante y agradable”.

Varela lo regañó y le dijo:

No deberías hacer eso. Tenías tus ideas y puntos de vista al respecto, y sabías del tema, ¡deberías haber dicho lo que pensabas! Si alguien te pregunta qué piensas, tienes la obligación de decírselo.

Thompson, considera a Varela su mentor. Obtuvo su título universitario en estudios asiáticos y luego un postgrado en filosofía. En 1986, mientras realizaba su doctorado, Varela lo invitó a trabajar a su laboratorio en París. Juntos revisaron transcripciones de charlas que finalmente se convirtieron en el libro La mente encarnada que publicaron en 1991. Este fue el primer libro académico que exploró en profundidad la relación entre la ciencia cognitiva y la filosofía y meditación budista.

En 1987, Varela, junto con Adam Engle, fundaron el Instituto Mente y Vida, con el objetivo de impulsar el diálogo entre científicos y el Dalai Lama sobre la relación entre la ciencia occidental y el budismo. Thompson trabajó durante muchos años en esta organización antes y después de la muerte de Varela en 2001. Participaba en muchos eventos que reunían a practicantes de meditación budista y científicos que investigaban sobre la meditación. Cuando participaba en esos eventos, las personas asumían que era budista, pero al decirles que no, se sorprendían y querían saber ¿Por qué? Como filósofo, argumenta que el excepcionalismo budista moderno es cuestionable.En sus palabras:

Vemos eso en todo tipo de afirmaciones: “El budismo no es realmente una religión, es una ciencia de la mente”. O, “El budismo no es una cuestión de creencia. Es una cuestión de experiencia”.

Thompson repudia todas estas afirmaciones. No sólo argumenta que distorsionan el budismo, sino también que distorsionan la ciencia. Para Thompson, el budismo es ciertamente una religión: sus conceptos centrales son sobre la liberación y la salvación; está estructurado en términos de la idea de existencia como sufrimiento; y la liberación del sufrimiento es la realización del despertar o nirvana. Estas son nociones fundamentalmente religiosas. La religión se trata de comunidades, textos, tradiciones y prácticas que dan significado a la vida y a sus grandes eventos como el nacimiento y la muerte. La religión tiene marcos para comprender esos eventos. Y esos marcos tienen que ver con la comunidad, prácticas y rituales compartidos. La ciencia se trata del conocimiento que adquirimos cuando podemos ponernos de acuerdo pública e intersubjetivamente sobre modos de investigación, formas de probar cosas, herramientas como las matemáticas, que podemos usar para modelar y verificar cosas. En sus palabras:

Preguntar si la ciencia y la religión son compatibles o incompatibles es como preguntar si la religión y el arte, o la ciencia y el arte son compatibles o incompatibles. La religión no es inherentemente incompatible o compatible con la ciencia. Depende de cómo practiques la religión y cómo pienses en la ciencia.

En su libro, Thompson argumenta en favor del cosmopolitismo. Respalda la opinión de que respetar a todos los seres como iguales puede y debe incluir reconocerlos como individuos con vínculos con diferentes comunidades y tradiciones. En sus palabras:

Hay muchas tradiciones, creencias y formas de vida, y deben ser respetadas por sus diferencias. Deberíamos preocuparnos por el bienestar de los diferentes individuos en diferentes comunidades, y uno puede tener diferentes lealtades y compromisos con diferentes comunidades, uno puede navegar de un lado a otro entre ellos.

En consecuencia, la forma más caritativa de apreciar el budismo no es exaltarlo como un sistema de creencias superior. Más bien, la forma más caritativa de apreciar el budismo, es comprender su contribución a nuestra sociedad junto con las contribuciones de otras tradiciones intelectuales. Hane Htut Maung de la Universidad de Manchester en su artículo Why I Am Not a Buddhist by Evan Thompson (review), argumenta que el peligro de exaltar el budismo por encima de otras religiones se demuestra por el aumento del nacionalismo budista en Birmania, Tailandia y Sri Lanka. En sus palabras:

La retórica de la superioridad budista se ha utilizado para reforzar suposiciones etnocéntricas dudosas y ha llevado a persecuciones violentas de personas de comunidades musulmanas.

Como señala Thompson, la paradoja es que este excepcionalismo budista partidista socava su retórica universalista. En sus palabras:

No tengo ningún argumento en contra de alguien que elige conducir su vida identificándose con una tradición y profundizando en ella. A lo que me opongo es a la retórica que a menudo acompaña a eso. En el caso del modernismo budista, es la afirmación de que el budismo no es religioso, o que es espiritual pero no religioso, o que puede ser justificado por la ciencia.

El trabajo de Thompson se centra en los conceptos de continuidad vida-mente, autopoiesis, creación de sentido y creación participativa de sentido. Expandiendo y desarrollando el enfoque enactivo propuesto originalmente por Varela. Su idea principal es que la cognición no es la representación de un mundo exterior, realizado por una mente interna independiente, sino que es la representación, que surge a través de la acción encarnada. Es lo que actualmente se conoce como el enfoque “4E” de la cognición, según el cual la cognición está encarnada, incrustada, extendida y enactiva.

  • Embodied (encarnada): Refiere a la idea de que la cognición no puede describirse solo en términos de procesos mentales abstractos, sino que debe involucrar al cerebro y cuerpo como un todo funcional.
  • Embedded (incrustado): Considera que la cognición no es un evento separado del contexto, es influenciada por el entorno físico, cultural y social. La cognición es una actuación de todo el sistema acoplado cerebro-cuerpo-entorno, no un episodio aislado dentro de la cabeza.
  • Extended (extendido): Las tecnologías, particularmente la escritura y las computadoras, proporcionan herramientas que extienden las capacidades personales y culturales. Un ejemplo es como nuestra memoria biológica y la memoria externa forman un sistema cognitivo híbrido.
  • Enactive (enactivo): La idea es que la cognición al estar encarnada, incrustada y extendida, produce o afecta el mundo. Se produce un intercambio bidireccional adaptativo entre los seres vivos y los entornos que habitan.

En su artículo: What is Mind?, Thompson sostiene que ubicar la mente solamente dentro del cerebro hace que los límites del sistema cognitivo se equivoquen. Una mejor unidad de análisis es el sistema acoplado cerebro-cuerpo-mundo. Esta idea es fundamental para la “ecología cognitiva”. En sus palabras:

Un pájaro necesita alas para volar, pero el vuelo del ave no está dentro de sus alas; Es una relación entre todo el animal y su entorno. Volar es una especie de acción encarnada. Del mismo modo, necesitas un cerebro para pensar o percibir, pero tu pensamiento no está dentro de tu cerebro; Es una relación entre tú y el mundo. La cognición es la creación de sentido encarnada.

Necesitamos un cerebro para tener una mente humana, pero nuestra mente no está dentro de nuestro cerebro; Es una relación entre nosotros y el mundo, incluyendo la sociedad y la cultura. Thompson se pregunta:

Si tomamos en serio la visión budista, así como las ideas de la ciencia cognitiva, debemos preguntarnos cómo podemos crear una ciencia de la mente que permanezca consciente de la incomprensión de la mente.

La búsqueda del conocimiento es abierta y la cantidad a conocer es infinita, sin embargo, somos seres finitos. Por eso necesitamos cultivar la sabiduría y el conocimiento en sintonía con valores universales. Thompson explica que muchas de las ideas que presentó en su provocador ensayo Por qué no soy budista, las discutió en vida con su mentor Francisco Varela. Y recuerda:

Me formó para cuestionar las cosas, no para ocultar mis puntos de vista.

Thompson no rechaza el budismo, su crítica es informada y convincente. Refleja su experiencia personal que incluye haber sido introducido al budismo desde su infancia, estudiar filosofía budista, participar en retiros de meditación de diferentes disciplinas, trabajar en el Instituto Mente y Vida y su profunda relación personal e intelectual con Varela. De hecho, Thompson se considera a sí mismo como un buen amigo del budismo. Varela, no necesariamente estaría de acuerdo con todo lo que escribió Thompson en su libro, pero definitivamente hubiera querido que escribiera. Evan no olvidó el consejo:

Si alguien te pregunta qué piensas, tienes la obligación de decírselo.

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