En el año 1928, cuando Alexander Fleming volvió de sus vacaciones, observó en su laboratorio del hospital St. Mary en Londres que en muchas de sus placas de Petri había crecido moho. Nada extraño luego de la larga ausencia. Esterilizó las placas, pensando que tendría que volver a realizar el experimento nuevamente. Pero, optó por detenerse a observar más detalladamente, […]
