agilidad
polaridades

Polaridades

Cada vez que Elon Musk, publica un mensaje en su cuenta de Twitter se remecen los mercados. Si Musk debe o no twittear sus opiniones es una pregunta abierta, pero ¿por qué tantas personas toman decisiones de inversión basadas en esos tweets?

Emprendedores tecnológicos como Bill Gates, Steve Jobs, Jeff Bezos y Elon Musk escriben libros, dan charlas, conceden entrevistas y promueven activamente sus filosofías personales con un profundo impacto mediático e influencia pública y privada.

  • Jeff Bezos fundó Amazon en 1995, como una librería online, y en 2000 la empresa aeroespacial Blue Origin. Hoy la plataforma de comercio electrónico y la división de computación en la nube de Amazon tiene más de 1,3 millones de empleados y Bezos según la revista Forbes por cuarto año consecutivo, es el hombre más rico del mundo. Bezos anunció que renunciaría el 5 de julio de 2021, a Amazon y tres días después, volaría al espacio junto a su hermano.
  • Steve Jobs para muchos seguirá siendo considerado el innovador tecnológico más relevante. Transformó industrias completas con productos como el Macintosh, el iPhone, la tienda de música online iTunes o la película Toy Story. En 10 años llevó a Apple de ser una empresa de dos empleados, a valorarla en 2.000 millones de dólares con 4.000 empleados. En 2009 fue elegido el director ejecutivo del año por la revista Harvard Business Review.
  • Bill Gates el fundador de Microsoft construyó la mayor empresa de software para computadoras personales del mundo y abrió esta tecnología a miles de millones de personas. Desde que cumplió 30 años ha sido incluido continuamente en la lista Forbes, como una de las personas más ricas del mundo. En el último tiempo se ha ido distanciando de la operación de Microsoft para centrar su atención en la filantropía, a través de la fundación Bill y Melinda Gates. Aunque recientemente anunció su divorcio, luego de 27 años, lo que implica dividir una fortuna cercana a los 150.000 millones de dólares.
  • Elon Musk, de 49 años, con Tesla, SpaceX, Solar City y Neuralink, está provocando disrupciones en ocho industrias diferentes. Su liderazgo visionario, estilo de gestión y perseverancia, le permitieron en 2020 multiplicar ocho veces el valor de Tesla, y hoy es la empresa automotriz más valiosa del mundo superando a Toyota y Volkswagen. Musk anunció en febrero que SpaceX planea enviar su primera tripulación “totalmente civil” al espacio a fines de 2021, y una misión tripulada a Marte en 2026.

La pasión por el logro de estos líderes está marcada tanto por la gloria, como por el peligro de extinción. Son competidores implacables. Walter Isaacson cita a Jobs en su biografía, respecto de Bill Gates:

Bill es básicamente poco imaginativo y nunca ha inventado nada, por eso creo que ahora se siente más cómodo en la filantropía que en la tecnología. Simplemente robaba descaradamente las ideas de otras personas.

Gates, por su parte dijo que parte de la frustración de Jobs con él puede haber sido causada por el éxito comercial acelerado de Microsoft, ya que Apple dio tumbos durante años. Respecto de Jobs comentó:

Steve Jobs es un una persona rara y un ser humano defectuoso.

Bill Gates y Steve Jobs durante más de 30 años oscilaron de ser aliados a enemigos acérrimos, sin embargo, parece poco probable que Apple esté donde está sin Microsoft y Microsoft sin Apple.

Como era de esperar, la rivalidad entre Elon Musk y Jeff Bezos, se ha extendido por más de 15 años. Musk ha criticado públicamente a Bezos por dirigir lo que considera un monopolio, y ha llamado a Bezos un imitador por sus intereses en vehículos autónomos. Bezos ha sido menos explícito, pero ha apuntado directamente a la mayor ambición de Musk; colonizar Marte:

Vaya a vivir a la cima del monte Everest durante un año primero y vea si le gusta, porque es un paraíso en comparación con Marte.

En una licitación de la NASA para seleccionar empresas privadas en la construcción de una base y nave espacial que transporte astronautas a la luna, participaron Blue Origin, de Jeff Bezos y SpaceX, de Elon Musk. A mediados de abril, la NASA decidió darle el contrato de 2.900 millones de dólares a SpaceX, decisión a la que Bezos obviamente protestó. Definitivamente la tierra quedó chica para este par de egos, y continuarán sus batallas Al infinito… ¡y más allá!

Existen muchas razones por las cuales este tipo de líderes empresariales, han logrado tanta influencia, una es que las empresas privadas están jugando un rol mucho más relevante en nuestras vidas, y sus líderes se transforman en un centro de atención, otra, es que los enormes cambios sociales y tecnológicos actuales han abierto espacio para líderes visionarios y carismáticos.

El antropólogo y sicoanalista Michael Maccoby con amplia experiencia como consultor, terapeuta y asesor, en el artículo de la Harvard Business Review Narcissistic Leaders: The Incredible Pros, the Inevitable Cons, advierte que existe una tercera razón para el surgimiento de los actuales líderes empresariales:

Los líderes extraordinarios que vemos hoy se asemejan mucho al tipo de personalidad que Sigmund Freud llamó narcisista. “Las personas de este tipo son ´personalidades´ que impresionan a los demás” […] “Son especialmente aptas para servir de apoyo a otros, para asumir el rol de líderes, y para dar nuevos estímulos al desarrollo cultural o dañar las condiciones imperantes”.

Según Maccoby, en contextos de grandes transiciones, los líderes narcisistas tienen la audacia para impulsar las transformaciones radicales que la sociedad requiere. Los líderes narcisistas no solo son capaces de tomar riesgos, y obsesionarse por el logro, sino que también son personas encantadoras por su visión y retórica.

Los narcisistas por naturaleza ven el panorama general. No se quedan en los detalles. No tratan de hacer extrapolaciones del presente, intentan crear el futuro. Parafraseando a George Bernard Shaw, algunas personas se preguntan “¿por qué?”, sin embargo, los líderes narcisistas sueñan con cosas que nunca han existido y se preguntan “¿por qué no?”

Los líderes narcisistas frecuentemente son expertos oradores, y este es uno de los atributos que los hace tan carismáticos. Poseen un magnetismo personal y gran habilidad para provocar entusiasmo en su audiencia. Elon Musk tiene más de 55 millones de seguidores en su cuenta de Twitter, Peter Atwater, profesor de economía en The College of William & Mary, señaló en una reciente entrevista:

Hay un aspecto rebelde que Musk personifica, particularmente cuando usa Twitter. Si nos fijamos en las criptomonedas y los vehículos eléctricos, hay al menos dos atributos que creo que atraen a los jóvenes: uno es que son increíblemente futuristas … y también son rebeldes.

Sin embargo, la tendencia a la grandiosidad y la desconfianza es el talón de Aquiles de los líderes narcisistas. Debido a esto, incluso brillantes narcisistas tienen un marcado lado B que se presenta como autosuficiencia, impredecibilidad, y en casos extremos, paranoia. Estos rasgos negativos tienden a reforzarse en la medida que se vuelven más exitosos. Walter Isaacson respecto de Steve Jobs, ofrece una mirada reveladora a lo que ha llamado “el Steve Bueno” y “el Steve Malo“:

El Steve Bueno era brillante, carismático, un campeón de la excelencia, un alquimista que transformó una compañía computacional moribunda en oro. El Steve Malo era petulante, descortés, despreciativo y controlador, un hombre que no pensaba dos veces antes de humillar públicamente a sus empleados, devorándose el crédito por trabajos que él no había hecho, profiriendo maldiciones cuando no se salía con la suya, o estacionando su Mercedes en espacios para discapacitados.

Robert Shaw en su libro All In: How Obsessive Leaders Achieve the Extraordinary, identifica otro rasgo característico de estos líderes empresariales. Señala que comparten un compromiso apasionado por lograr su visión que bordea y, a veces, cruza el límite hacia la obsesión.

  • La obsesión por el cliente:

Hay muchas formas de centrar una empresa. Puede centrarse en la competencia, puede centrarse en el producto, puede centrarse en la tecnología, puede centrarse en el modelo de negocio y hay más. Pero en mi opinión, el enfoque obsesivo en el cliente es, con mucho, lo que más protege la vitalidad. Jeff Bezos.

  • La obsesión por los productos:

Tengo un trastorno obsesivo compulsivo en cuestiones relacionadas con el producto. Siempre veo lo que… está mal. ¿Querrías eso? Cuando veo un automóvil, un cohete o una nave espacial, solo veo lo que está mal. Nunca veo lo que está bien. No es una receta para la felicidad. Elon Musk.

  • La obsesión por la empresa:

¿Qué es Apple, después de todo? Apple se trata de personas que piensan “fuera de la caja”, personas que quieren usar las computadoras para ayudarlos a cambiar el mundo, para ayudarlos a crear cosas que marquen la diferencia, y no solo para hacer un trabajo. Steve Jobs.

  • La obsesión por el foco:

Bill tenía una cualidad monomaníaca […] Se concentraba en algo y realmente se apegaba a ello. Tenía la determinación de dominar lo que fuera que estaba haciendo. Andy Braiterman, compañero de pieza de Bill Gates en la universidad.

Ray Dalio en Principles for Success, realizó largas entrevistas y evaluaciones de personalidad sobre estos líderes empresariales, redujo sus hallazgos a siete rasgos comunes, aunque para él el más interesante fue:

Todos son capaces de ver imágenes grandes y detalles granulares (y niveles intermedios) y sintetizar las perspectivas que obtienen en esos diferentes niveles, mientras que la mayoría de la gente ve solo uno u otro. Son simultáneamente creativos, sistemáticos y prácticos. Son asertivos y de mente abierta al mismo tiempo.

Estos líderes tienen la capacidad de integrar constructivamente ideas opuestas en nuevos conceptos integradores. Jeff Bezos es un maestro en equilibrar el corto y el largo plazo. Elon Musk equilibra una visión increíble con una exquisita atención a los detalles. Steve Jobs era un genio en el diseño, la selección de personas y el marketing. Y Bill Gates sabe lidiar con lo que no sabe, más que con lo que sabe.

Estos hallazgos, muestran la relevancia de aprender sobre el polo opuesto de una habilidad o rasgo. Si somos buenos para los números, podemos desarrollar habilidades lingüísticas. Si somos detallistas, podríamos aprender a ver el panorama general. Si nos gusta la tecnología, tal vez debiéramos explorar el arte. Si somos creativos, podríamos desarrollar nuestra veta empresarial. Carl Jung aconsejaba:

Curiosamente, la paradoja es una de nuestras posesiones espirituales más valiosas, mientras que la uniformidad de significado es un signo de debilidad.

La polaridad puede crear prejuicios, discriminación, demonización e incluso guerras. Pero también puede ser una oportunidad de aprendizaje, crecimiento y cooperación. En una reciente conversación entre Scott Adams de Dilbert y Naval Ravikant, uno de los inversores ángeles más respetados de Silicon Valley. Adams planteó la siguiente pregunta:

¿Cuál es la mejor estrategia, convertirse en mejores amigos de tus amigos o encontrar una manera de trabajar con tus oponentes?

Cada uno de ellos dijo rotundamente que trabajar más de cerca con nuestros oponentes era la mejor estrategia para evolucionar. Carl Jung nuevamente aconsejaba:

Todo lo que nos irrita de los demás puede llevarnos a comprendernos mejor a nosotros mismos.

Hay ciertas lecciones que aprendemos casi de inmediato, hay otras a las que nos enfrentamos una y otra vez a lo largo de nuestras vidas y nos cuesta superar. La periodista y escritora Gloria Steinem en su libro My life on the road, señala:

Si todos tienen que completar un círculo completo de cualidades humanas, entonces el progreso se encuentra en la dirección en la que no hemos estado.

Agregar un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *