creatividad

Conexiones

Hay una estrategia de pensamiento que destaca en los genios creativos, la capacidad de hacer conexiones que no se nos ocurren a los simples mortales. Melisa Schilling de la NYU Stern School of Business, sostiene que los innovadores revolucionarios son capaces de realizar obras creativas una y otra vez, y sus innovaciones representan saltos dramáticos, en lugar de mejoras incrementales.

Según Schilling, los grandes innovadores, tienden a ser obsesivos en su trabajo y están dispuestos a sacrificar todo por alcanzar sus objetivos. Pueden hacerlo, en parte porque tienen un impulso implacable por los logros y porque obtienen un enorme placer de lo que hacen.

Walter Isaacson, autor de Leonardo Da VinciEinstein: His Life and Universe y Steve Jobs: The Exclusive Biography, en una reciente entrevista señaló:

El patrón [entre ellos] no era que fueran inteligentes, sino su curiosidad entre disciplinas.

Leonardo, veía todo tipo de patrones en la naturaleza. Steve Jobs terminaba sus presentaciones de productos señalando que la creatividad ocurre en la intersección entre las artes y la tecnología. Y cuando Einstein tenía dificultades con las matemáticas, sacaba su violín, tocaba a Mozart, y la música lo conectaba con las armonías de las esferas y la belleza de las ondas en movimiento.

¿Porque el cielo es azul? ¿Por qué los peces nadan más rápido en el agua que los pájaros que vuelan en el aire?, son preguntas que aparecen registradas en las más de 7.200 páginas de notas, dibujos y bocetos de Leonardo, el hombre más curioso de la historia, como lo llamó el historiador del arte, Kenneth Clark.

Isaacson, cuenta que Leonardo se despertó una mañana y se preguntó: Tengo que saber cómo es la lengua de un pájaro carpintero, y lo anotó en su lista de tareas pendientes. No porque necesitara ese dato para entender el vuelo de las aves, ni para pintar un cuadro, lo necesitaba simplemente porque era infinitamente curioso. Quería saber todo lo que se podía saber, sin Wikipedia ni Internet.

Steve Jobs, al revisar la placa de circuitos impresos del interior de la Mac, reprendió duramente a sus ingenieros, en su conocido estilo: La placa de circuito es una mierda. Es fea. Le respondieron: Steve, la placa va dentro de una caja sellada. Nadie la verá, nadie lo va a saber. Jobs respondió: Sí, pero tú lo sabrás, y la cagaste. Has hecho algo que es una mierda. Así, que retrasaron la fecha de lanzamiento de la Mac hasta que la placa de circuitos impresos de su interior fuera hermosa.

Einstein, en 1905 trabajaba de lunes a sábado como empleado de la Oficina de Patentes de Berna en Suiza, evaluando solicitudes de métodos para sincronizar relojes y otros procedimientos rutinarios, aunque según él mismo escribió en una carta: tenía ocho horas para perder el tiempo. Isaacson escribe que en ese periodo el brote de creatividad de Einstein resultó asombroso:

Había concebido una revolucionaria teoría cuántica de la luz, había contribuido a probar la existencia de los átomos, había explicado el movimiento browniano, había cambiado el concepto de espacio y tiempo, y había ideado la que se convertiría en la ecuación más conocida de la historia de la ciencia.

Isaacson comenta que alrededor de los treinta años, Leonardo escribió una carta a Ludovico Sforza solicitando empleo. En la carta enumera las razones por las que debía ser contratado. Leonardo dedica los primeros diez párrafos de su carta para describir sus habilidades como ingeniero, para proyectar y diseñar puentes, canales, cañones, carros acorazados y edificios públicos. Solo en el párrafo final, añadió que, además, era artista:

También puedo esculpir en mármol, bronce y yeso, así como pintar, cualquier cosa tan bien como el mejor, sea quien sea.

Leonardo consideraba que las infinitas obras de la naturaleza, se hallan entretejidas en un todo lleno de patrones. Sus investigaciones científicas dieron forma a su arte. En sus cuadernos aparecen dibujados rizos de cabello, remolinos de agua y turbulencias de aire, junto a notas en las que intenta explicar los fundamentos matemáticos de estas espirales.

Se entiende inteligencia como la capacidad de percibir más allá de lo obvio, leer entre líneas. La palabra deriva del verbo latino intellegere, “inter” (entre) y “legere” (escoger o leer), otras fuentes, dicen que viene más bien de “Intus” (dentro) y significaría leer hacia dentro. Como fuera, la capacidad de establecer conexiones entre diferentes disciplinas, artes y ciencias, humanidades y tecnología, es la clave de la innovación y de la imaginación de estos genios.

Para elaborar el libro Creativity: Flow and the Psychology of Discovery and Invention, el psicólogo húngaro de la Universidad de Chicago, Mihaly Csikszentmihalyi entrevistó a 91 genios, de todas las disciplinas, incluyendo a 14 premios Nobel. Concluyó que las personas, que logran creaciones excepcionales, tienen dos cosas en abundancia: curiosidad y determinación:

Están absolutamente fascinadas por su trabajo y, aunque haya otras personas más brillantes, su enorme deseo de lograr lo que se proponen supone el factor decisivo.

Mientras estudiaba la felicidad y el proceso creativo Csikszentmihalyi se tropezó con un fenómeno psicológico que más tarde llamó Fluir. Definió Fluir como el estado de experiencia óptima en el que nos sentimos y nos desempeñamos al máximo de nuestras capacidades. Es un estado de inmersión total, enfocada en una actividad desafiante y significativa donde fluimos sin esfuerzo y pasamos sin problemas de una actividad a la siguiente. Las experiencias de flujo nos llevan a los niveles más altos de rendimiento, creatividad y satisfacción.

En cierta ocasión, Leonardo, luego de haber trabajado en un problema matemático toda la noche, garabateó una de las anotaciones solemnes que reservaba para lo que consideraba sus grandes logros:

En la noche de San Andrés encontré la solución final de la cuadratura del círculo cuando ya se terminaban la vela, la noche y el papel en el que escribía.

Piense en una actividad que disfruta y se sumerge por completo en ella, cuando lo hace, su atención está completamente enfocada y está tan absorto que pierde la noción del tiempo, se siente libre y realiza la actividad sin esfuerzo. Ese estado de concentración total es frecuentemente experimentado por las personas que aman lo que hacen. En Flow: The Psychology of Optimal Experience, Csikszentmihalyi acota:

Fluir crea una experiencia que es tan emocionante y estimulante que realizarías tu actividad incluso si no te pagaran.

Para experimentar el flujo, Csikszentmihalyi, recomienda elegir desafíos que se adapten a nuestras habilidades.

Si al realizar una actividad significativa nuestras habilidades están en equilibrio con el desafío, podemos experimentar la sensación de flujo en el punto (A). Ahora bien, si el desafío de la actividad aumenta, podemos caer en la zona de ansiedad, punto (B), por lo que es necesario aumentar nuestras habilidades para volver al canal de flujo en el punto (C), si nuestras habilidades siguen aumentando sin variar el desafío, podemos caer en la zona de aburrimiento, punto (D), por lo que será necesario incrementar el nivel de desafío para así volver al canal de flujo en el punto (E).

Cada actividad significativa requiere cientos de estos ajustes. Mantener en sintonía los desequilibrios entre nuestras habilidades y el desafío, exige una constante adaptación.

Cerca del final de su vida, el Departamento de Educación del estado de Nueva York le preguntó a Einstein en qué creía que las escuelas debían poner el foco, Einstein respondió:

Hay que acoger los comentarios críticos de los estudiantes con un espíritu cordial. La acumulación de material no debe asfixiar la independencia de los estudiantes.

Para Einstein, no era suficiente que las escuelas enseñaran contenidos, sugería que su principal foco debía ser estimular la imaginación y la creatividad de los estudiantes. Declaró: la imaginación es más importante que el conocimiento.

Antes de abandonar Reed College, Steve Jobs, cursó las asignaturas de caligrafía, danza, poesía y diseño. Bill Gates, puede ser un gran programador, pero cuando ambos tenían la oportunidad de crear un reproductor musical, Gates creó el Zune y Jobs el iPod. En este punto Isaacson señala:

Como Steve tenía un sentido de las humanidades, sabía que la belleza importaba. Así que creo que si sigues el camino de “necesito saber C++ mejor que nadie”, no tendrás las conexiones creativas que te convertirán en un innovador.

A Einstein se le atribuye la frase La creatividad es la inteligencia para divertirse. Julia Cameron, autora de The Artist’s Way, asegura que no existe una élite creativa; todos somos creativos. En su libro The Listening Path, explora el desbloqueo creativo:

Muchas personas bloqueadas creativamente son muy capaces y creativas a las que se les ha hecho sentir culpables por sus propias fortalezas y dones.

Cameron, propone dos herramientas para recuperar la creatividad. Las “paginas matinales”, que consisten en escribir todos los días en la mañana tres páginas a mano, de cualquier cosa, vaciar nuestro cerebro. La segunda herramienta la denomina “citas de artista”, que consiste en tener al menos una experiencia semanal para hacer lo que te apetezca, tú y tu niño interior creativo, solos, sin nadie más, una experiencia para emocionarse, que seduzca y recupere al artista que llevamos dentro.

Isaacson concluye con una coda magistral la biografía de Leonardo, y vuelve a recordar que el maestro un buen día escribió entre sus notas: Describe la lengua del pájaro carpintero. Bueno, la lengua del pájaro carpintero puede llegar a ser tres veces más larga que su pico. Y cuando el pájaro carpintero golpea la corteza de los árboles con una fuerza diez veces mayor que la que mataría a un ser humano, su lengua envuelve el cerebro actuando como un amortiguador.

No hay ninguna razón por la que necesites saber esto. Es una información totalmente inútil, como tal vez le fue totalmente inútil a Leonardo, pero de vez en cuando, es bueno saber algo, solo por pura curiosidad.

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