
¿En qué negocio estoy?
La atleta canadiense Alysha Newman con su salto con garrocha de 4.85 metros de altura, logró la medalla de bronce en los recientes Juegos Olímpicos de París 2024 y estableció un récord para su país. Sin embargo, la atleta también es una estrella ascendente en la plataforma de contenido digital para adultos OnlyFans. En una entrevista con Associated Press, dijo:
“Aquí es donde entraron mis habilidades empresariales”.
Newman cuenta que tomó su decisión de abrir una cuenta de OnlyFans dada la necesidad de financiar su carrera deportiva. Los más de 60.000 seguidores que tenía antes de los Juegos de París le proporcionaban unos ingresos de más de 10.000 dólares al mes. Hoy, sus seguidores siguen aumentando y sus ingresos también. OnlyFans fue fundada en 2016 por el británico Tim Stokely, que entonces tenía 33 años. En 2018, el empresario Leonid Radvinsky, adquirió el 75 % de la empresa convirtiéndose en director general. Inicialmente la plataforma fue concebida para que los creadores de contenido monetizaran su trabajo directamente de sus seguidores, a través de suscripciones mensuales, pagos únicos o pago por mirar. Los creadores de contenido en OnlyFans se llevan el 80% de los ingresos y el resto va a la empresa. La plataforma acoge a una amplia gama de creadores como chefs, entrenadores personales, músicos, terapeutas y expertos en fitness, pero la posibilidad de subir contenido sin ningún tipo de censura hizo que su uso virara rápidamente hacia el contenido sexual, el que representa más del 80% de sus ingresos. Con la pandemia de COVID, el número de creadores de contenido de OnlyFans aumentó en un 40% y el número de usuarios se multiplicó por diez. En 2023, OnlyFans, con solo 42 empleados directos, registró ingresos por 1.300 millones de dólares, lo que representa un aumento del 20% respecto de 2022. Rounak Jain, editor de Benzinga, en el artículo OnlyFans Beats Apple, Google, Netflix, And Other Big Tech Companies In Revenue Per Employee, informa que, en promedio, cada empleado de OnlyFans contribuyó con casi 31 millones de dólares a la línea final de la empresa, en contraste con los 1.1 millones de dólares de ingreso promedio con que contribuyen los empleados de Microsoft. Escribe:
“Si bien los ingresos de OnlyFans son una fracción de los de las grandes empresas tecnológicas como Apple, Google y Microsoft, sus ingresos por empleado son magnitudes superiores a los de estos gigantes tecnológicos”.
OnlyFans ha sido descrito como un facilitador de la prostitución virtual, pero, pese a las críticas y controversias, el número de cuentas de creadores de contenido creció a más de 4 millones y el número de cuentas de seguidores ya supera los 305 millones. El Financial Times nombró a OnlyFans una de las empresas de más rápido crecimiento. En una reciente entrevista con The Guardian Keily Blair, directora ejecutiva de OnlyFans, afirmó:
“OnlyFans tuvo un año sólido en 2023. Hemos consolidado nuestro lugar como empresa líder en entretenimiento digital y una historia de éxito en el sector tecnológico del Reino Unido. Lo hemos logrado al seguir brindando oportunidades para que nuestra diversa comunidad de creadores monetice su contenido y hagan crecer su base de seguidores global. Esto se evidencia en el aumento en el número de creadores, el número de seguidores y los ingresos”.
Reuters documentó 30 denuncias en registros judiciales y policiales entre diciembre de 2019 y junio de 2024 que involucraban más de 200 videos e imágenes sexuales explícitas de niños. Pese a esto, es casi imposible establecer un consenso sobre OnlyFans, porque lo que unos ven como una herramienta de sexualización, otros lo ven como una herramienta de emancipación, especialmente femenina. El nuevo orden digital se ha vuelto decisivo en cómo vivimos, en qué creemos, en lo que queremos y en lo que estamos dispuestos a hacer para conseguirlo. Ya hace más de cincuenta años que Milton Friedman, publicó en el New York Times su influyente artículo The Social Responsibility of Business is to Increase its Profits, en que argumentaba:
“Existe una y sólo una responsabilidad social de las empresas: usar sus recursos y participar en actividades diseñadas para aumentar sus ganancias”.
La visión de Friedman ha influenciado la mentalidad y determinado el comportamiento de muchos líderes empresariales, como también orientado la enseñanza y formación que brindan las escuelas de negocio. Sin embargo, también ha tenido grandes detractores. En 2005, John Mackey, fundador de Whоlе Fооdѕ Маrkеt, sostuvo un debate con Friedman, sobre el rol de las empresas en la sociedad. Mackey afirmó:
“Estoy totalmente en desacuerdo. Soy un hombre de negocios comprometido con el libre mercado, pero creo que las empresas deberían tratar de crear valor para todos. Desde la perspectiva de un inversionista, el propósito del negocio es maximizar las ganancias. Pero ese no es el propósito de clientes, empleados, proveedores y la comunidad. Cada uno de esos grupos determina el propósito del negocio en términos de sus propias necesidades y deseos, y cada perspectiva es válida y legítima”.
Mackey explica que la oruga se convierte en mariposa gracias a la magia de la metamorfosis. Durante su existencia, la oruga no hace más que comer. Parece ser su único propósito. Algunas orugas comen tanto que aumentan su tamaño original hasta cien veces. Depredan todo lo que está a su alcance. Sin embargo, cuando llega el momento adecuado, algunas células de la oruga se activan y comienza la fase de crisálida, de la que emerge otra criatura, una mariposa, que además de ser hermosa crea valor al ecosistema, ya que realiza la función de la polinización de las plantas y, por lo tanto, favorece la producción de alimento para que otros seres puedan vivir. Esta analogía se puede aplicar a los seres humanos y a las empresas. En su libro Conscious Capitalism Mackey escribe:
“Las personas podemos elegir una vida de oruga, consumiendo todo lo que podamos, tomando del mundo lo que esté disponible y dando muy poco a cambio. Pero también somos capaces de evolucionar a un nivel tan espectacular como el que logra la oruga que pasa a ser una mariposa, transformándonos en seres que crean valor para los demás y hacen que el mundo sea un lugar mejor”.
La diferencia es la intención. Al contrario que las orugas, no podemos esperar que la naturaleza desencadene nuestra evolución hacia una consciencia más profunda. Debemos hacerlo nosotros mismos, tomar decisiones deliberadas que impulsen nuestro crecimiento y desarrollo tanto personal como empresarial. En el libro de Mackey, KIP Tindell, fundador de la empresa The Container Store, comenta:
“Así como un barco deja un gran cuerpo turbulento de agua, las personas y las empresas dejan una ola detrás de ellos. Sin embargo, la mayoría de nosotros estamos tan enfocados en nuestro destino, que olvidamos darnos vuelta para apreciar el impacto que dejamos en el mundo”.