Si la historia no sigue una regla estable, y si no podemos predecir su rumbo futuro, ¿para qué estudiarla?, una respuesta podría ser que si examinamos los actos de nuestros ancestros podemos repetir sus buenas decisiones y evitar sus equivocaciones… lamentablemente casi nunca funciona de esta manera, por la sencilla razón de que el presente es demasiado diferente del pasado. […]
